Tierra embrujada by Erin M. Hart

autor:Erin M. Hart
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Intriga
publicado: 2003-08-09T22:00:00+00:00

CAPÍTULO 4

Eran casi las dos y media cuando Nora entró en el priorato de Drumcleggan. Oyó música de flauta y los golpes de un zapapico en suelo húmedo. Durante todo el trayecto había estado dando vueltas a la cuestión de si diría o no lo de la llamada telefónica. Por fin decidió que no diría nada a menos que ocurriese algo. Aun así, no sabía muy bien qué podía ser aquel algo. Nora cogió la carpeta que contenía fotografías del anillo y se dirigió hacia donde trabajaba Cormac. Estaba de espaldas o sea que se le acercó y admiró el ímpetu con que manejaba el pesado zapapico. Antes de hablar, aguardó a que tuviera la aguzada punta hincada en tierra.

—Ya he vuelto. Te he traído lo que me habías pedido. —Al oír su voz, Cormac soltó el mango de madera y se volvió mientras se restregaba las palmas de las manos en las polvorientas perneras del pantalón.

—¡Ah, hola! —exclamó—. Gracias. —Se quedaron uno delante del otro mirándose torpemente un momento. Estaba nublado, pero la temperatura era cálida. El rostro de Cormac estaba cubierto por una película de sudor.

—He avanzado bastante —dijo finalmente, indicando con el gesto el segundo grupo de zanjas de prospección que tenía excavadas hasta una profundidad de un metro. Había trabajado de firme en su ausencia.

—Ya veo. ¿Ha aparecido algo?

—Sólo un poco de alfarería. Nada más. No he avanzado mucho en esta zona.

Hubo una pausa antes de que los dos rompieran a hablar a la vez.

—¡Huy, perdón! —exclamó Nora—. Tú primero.

—No, insisto en que seas tú —dijo Cormac.

—De acuerdo, pues. Jamás dirías nunca qué era la pieza metálica que la chica tenía en la boca. —Le tendió la carpeta y, al abrirla, Cormac se encontró con una foto en papel brillante de un anillo de oro unas cinco veces más grande que su tamaño normal cuya piedra roja aparecía de una tonalidad ligeramente más clara a causa del flash.

—Tiene una inscripción —explicó Nora—, La verás en las dos fotos siguientes, creo.

Cormac se sentó en el borde de la zanja para examinar las fotos con más detenimiento.

—Un hallazgo sorprendente —comentó—, pero ¿qué nos revela? Que lo más probable es que la chica no estuviera en la turbera antes de 1652... aunque pudo haber ido a parar a ella en cualquier momento después. Es posible que el anillo se grabara en 1652 y que no fuera enterrado junto con la chica hasta muchos años más tarde. —Su voz denotaba contrariedad.

—Pero ya es algo —dijo Nora, ligeramente molesta al ver que no demostraba una gran sorpresa.

—¿Qué ha dicho Robbie? Supongo que lo habrás puesto al corriente.

—Aunque tiene pocas esperanzas, estuvo de acuerdo en seguir las pesquisas y en indagar en los registros de pleitos y de matrimonios. Viniendo hacia acá se me ha ocurrido pensar que las iniciales OF podrían indicar O'Flaherty.

—Por supuesto. Pero también O'Farrell, O'Flynn u O'Fallon. No lo sabremos nunca de manera absoluta y a lo mejor comenzamos a girar en círculo y acabamos volviéndonos locos con tantas posibilidades.

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